Bóveda de crucería de arista. Torres de Quart, Valencia

jueves, 14 de marzo de 2013

Uniones de sillares mediante ensambles de plomo



En el inexcusable manual de J.P. Adam, La construcción romana se proporciona un resumen del empleo de ensambles entre juntas de grandes sillares en obras de la Antigüedad. Indica que, aunque no son necesarios en una fábrica –de opus quadratum- bien construida, su uso de debe a prevenir eventuales separaciones de los bloques a causa de asientos diferenciales o sacudidas sísmicas (1).  Entre los diversos tipos enumerados, hay uno que llama la atención, porque se trata de un material dúctil y no rígido como la madera dura, el hierro o el bronce: los ensambles en cola de milano realizados en plomo. No se trata del emplomado de una grapa o un ensamble de unión entre juntas realizado con un material más rígido, sino con piezas completamente realizadas en plomo (2). 




Ensambles en cola de milano entre sillares
(Ps. Juanelo Turriano, Los veinte y un libros de ingenios, Madrid, Biblioteca Nacional, mss. 3376. fol. 370)


Las obras de restauración del arco romano de Medinaceli (2003-2005), al que ya hemos dedicado otras entradas de este blog, nos permitieron examinar algunos ejemplos del sistema citado.


El plano superior del ático del arco, formado por las grandes piezas de la cornisa, presenta las muescas correspondientes este tipo de ensambles. En la actualidad estas cajas están separadas entre sí y no forman en todos los casos una doble cola de milano: está documentado que en una intervención anterior, en los años 60 del siglo XX, se separaron y realinearon varios bloques de la fachada norte porque el estado de gran deterioro de la cornisa de este lado, provocaba la acumulación de agua en los sillares del ático. Fue en este momento cuando desaparecieron los ensambles que, por comunicación verbal de un trabajador de aquella obra, sabemos que eran de plomo (3).




Durante las obras citadas, el deterioro de algunos sillares permitió examinar el lecho de otros cuyas juntas se hallaban ensambladas con este tipo de piezas que todavía permanecen in situ.  
 
El procedimiento que describe Adam indica que el ensamble se fabricaba vertiendo plomo fundido en un molde que luego era  martilleado en frío sobre la caja practicada entre las dos piedras para su perfecta adhesión (2). Sin embargo, esta pieza muestra que el ensamble se hizo rellenando directamente la caja con plomo fundido. Una de las causas puede ser que la piedra utilizada aquí e suna arcosa de poca dureza, y martillear el plomo sobre el hueco de la caja hubiera supuesto el deterioro de ésta.  



El arco romano de Medinaceli posee también otro tipo de anclajes, realizados con piezas de hierro. El saneado de las juntas de los paramentos laterales, en muchos casos fuertemente arenizadas, dejó momentáneamente a la vista parte de algunos anclajes férreos, fijados a las piedras mediante coladas parciales o totales de plomo. Todas estas variedades se hallan descritas en la obra de referencia citada.



Cuerpo de una grapa de hierro entre dos sillares. 35 x 35 mm. sección, aproximadamente


Colada de plomo que fue moldeada por un hueco entre los planos de junta entre dos sillares: La separación actual de éstos se debe a la disgregación del material pétreo.



(1)    J.P. ADAM, La construction romaine romana. Matériaux et techniques, Picard, Paris, 1989. ( Hay traducción española: La construcción romana, Editorial de los Oficios, León, 2002 )
(2)    Op. Cit. p. 57.
(3)    Nuestro informador añade que con el producto de la venta del plomo los trabajadores se pagaron una merienda.

2 comentarios:

CcSuperAdobe dijo...

Muy interesante su blog, un gusto leerle, saludos

Anónimo dijo...

Muy interesante.